viernes, 20 de noviembre de 2015

Port-a-Cath


El otro día, haciendo las prácticas en el hospital, se presento un paciente para una extracción sanguínea que llevaba un Port-a-Cath. Pude observar que la técnica empleada no era la más correcta, por lo que he pensado que sería interesante recordar este tipo de vías.

¿Qué es un Port-a-Cath?


En primer lugar hay que recordar que es un catéter venoso central con implante subcutáneo. Constan de un reservorio con una membrana autosellable de silicona, al que se accede puncionando la piel con agujas especiales. Pueden ser de uno o dos lúmenes. Permiten mantener un acceso venoso central interno, permeable y aséptico.
Se utiliza en tratamientos agresivos largos y continuos, con dificultad de accesos venosos.

Ventajas.
• Catéteres permanentes para uso prolongado (1–2 años).
• Bajo índice de infecciones (sistema cerrado).
• Cómodo, no se ve desde el exterior y no asoma, no hay riesgo de tirones y preserva la imagen corporal del paciente.
• Permite elevado número de punciones. 
• En reposo, mínima utilización de material para mantenimiento.
• Heparinización una vez al mes.



Inconvenientes.
• Pinchar la piel del paciente para acceder al reservorio.

MUY IMPORTANTE TENER EN CUENTA
• Necesita de material de punción específico: agujas Hubber y sistemas Gripper

Acceso con técnica estéril.

• No realizar una presión excesiva > Detener infusión si resistencia anormal.
• Sujetar el reservorio cuando se extraiga la aguja.

Aquí os dejo un vídeo para que podáis ver como se maneja el Port.a.Cath

           

No hay comentarios:

Publicar un comentario